Las finanzas, una antigua disciplina moldeada por varias filosofías morales, han visto evolucionar las prácticas de endeudamiento y préstamo a lo largo de siglos. Las primeras tradiciones islámica, judaica e hindú priorizaban el beneficio mutuo y la administración de activos, centrándose en una distribución equitativa del riesgo en lugar del pago de intereses. En este contexto, están surgiendo administradores de crédito reflexivos y pioneros para integrar bitcoin, un activo digital distintivo, en una nueva oportunidad para remodelar las relaciones financieras. Cuando se agregan al paquete de garantía en préstamos estructurados, las propiedades inherentes de bitcoin crean beneficios potenciales para prestatarios, prestamistas e inversores. Al alinear los intereses de todas las partes con una perspectiva a largo plazo sobre el valor de los activos, la garantía de bitcoins puede fomentar un enfoque más sostenible y mutuamente beneficioso para el crédito privado.
