Por eso es imperativo que los legisladores no pasen por alto la IA descentralizada cuando comiencen a regularla. Probablemente sea parte de la naturaleza humana ignorarlo, considerando que la industria de la IA en general está explotando y dominada por algunas de las corporaciones más grandes del mundo. Están adquiriendo nuevas empresas, impulsando avances y lanzando nuevos productos a un ritmo vertiginoso. Si bien no hay nada de malo en que Microsoft, Meta, Alphabet y otros inviertan fuertemente en la industria, los legisladores deben crear espacio para que los investigadores, empresarios y desarrolladores también prosperen; Eso implica, entre otras cosas, permanecer alerta en materia antimonopolio y garantizar que los fondos de I+D respaldados por el gobierno no beneficien únicamente a los gigantes.