Sorprendentemente, el ex Gobernador del Banco de la Reserva Federal de Nueva York y predecesor de Hatzius, Bill Dudley, cambió de opinión y comenzó a apoyar tasas de interés más bajas de inmediato, en lugar de abogar por tasas de interés más altas durante un período de tiempo más largo.
Dudley expresó su cambio de opinión diciendo: “He cambiado de opinión… Esperar hasta septiembre aumenta innecesariamente el riesgo de recesión”.
Este cambio de postura es significativo, considerando que hace apenas dos meses Dudley argumentó que una tasa neutral mucho más alta podría significar que la tasa de interés federal del 5,3% no era lo suficientemente alta como para frenar el crecimiento.
Dudley, que ha estado durante mucho tiempo en el bando de “más alto por más tiempo”, insistió en que la Reserva Federal debería mantener las tasas de interés a corto plazo en los niveles actuales o más altos para mantener la inflación bajo control. Pero ahora cree que la Reserva Federal debería recortar las tasas de interés, preferiblemente en su reunión de fijación de políticas la próxima semana.
Según Dudley, la fortaleza de la economía estadounidense a lo largo de los años sugería que la Reserva Federal no estaba haciendo lo suficiente para frenar la situación. La generosidad del gobierno durante la pandemia ha dejado a personas y empresas con mucho dinero en efectivo para gastar. Las importantes inversiones de la administración Biden en infraestructura, semiconductores y transformación verde han aumentado la demanda. La flexibilización de las condiciones financieras, especialmente el aumento del mercado de valores, aumentó la propensión al consumo de los hogares más ricos.
Los esfuerzos de la Reserva Federal para enfriar la economía están teniendo ahora un efecto visible, según el ex presidente de la Reserva Federal de Nueva York. Los hogares ricos siguen consumiendo, gracias a los precios de los activos vivos y a la refinanciación de hipotecas a tasas de largo plazo históricamente bajas. Sin embargo, los que se quedan en general han agotado lo que podrían ahorrar con las grandes transferencias financieras del gobierno y están sintiendo el impacto de las altas tasas de interés en las tarjetas de crédito y los préstamos para automóviles. La construcción de viviendas se ha estancado debido a que los altos costos de endeudamiento socavan la economía de la construcción de nuevos complejos de departamentos.
*Esto no es un consejo de inversión.