El mes pasado, el Departamento del Tesoro de EE. UU. finalizó nuevas normas fiscales para la industria de las criptomonedas.
Deberíamos abrazarlos.
Los usuarios de criptomonedas, atraídos por el espacio de los activos digitales debido a sus valores libertarios y su independencia del sistema financiero tradicional, pueden irritarse ante esta mayor represión del IRS por considerarla onerosa o preocupante. Sin embargo, se acabó el tiempo de las estafas y los engaños.
El mercado ha operado en una niebla de ambigüedad durante demasiado tiempo. La regulación de la SEC mata la innovación en el ámbito empresarial y deja a los inversores inseguros sobre las obligaciones fiscales y la planificación financiera.
Hace casi un siglo, el juez de la Corte Suprema de Estados Unidos, Oliver Wendell Holmes, pronunció su ahora famosa frase: “Los impuestos son el precio que pagamos por una sociedad civilizada”. Al adoptar este principio, es hora de que construyamos negocios reales y aportemos al espacio la claridad, la legitimidad y la estabilidad que tanto se necesitan.
Los usuarios que no se adapten corren el riesgo de erosionar la confianza institucional en la Web3 y probablemente incurrirán en graves sanciones financieras y auditorías.
Una nueva realidad
Plataformas como Coinbase y Binance ahora estarán obligadas legalmente a informar al IRS los ingresos de las ventas de los usuarios. Mientras tanto, los participantes del mercado tienen la responsabilidad de realizar un seguimiento de su información fiscal. Este cambio requiere un enfoque más formal en materia de planificación fiscal, patrimonial y patrimonial para sus tenencias de criptomonedas.
Si bien estoy tan preocupado por nuestro sistema financiero roto como cualquier creyente de Bitcoin, es hora de que actuemos juntos para mejorar nuestra credibilidad, atraer más inversores e impulsar un mayor crecimiento.
El desarrollo continuo del espacio de los activos digitales es netamente positivo porque proporciona vías para que se incorporen nuevos participantes del mercado. Los participantes existentes que continúan despreciando el sistema financiero tradicional lo hacen bajo su propio riesgo y ahora enfrentan severas sanciones financieras y auditorías.
Si bien las monedas estables y las NFT están en gran medida excluidas del nuevo régimen fiscal del IRS, los casos de evasión fiscal de criptomonedas van en aumento. Las investigaciones van desde no declarar ganancias de capital hasta retenciones de revelaciones de propiedad. Debido a que el IRS trata las criptomonedas como propiedad, los patrimonios pueden pagar hasta un 40% en impuestos sobre el patrimonio al transferir activos a los herederos.
Cada industria emergente pasa por una serie de fases de crecimiento, desde la experimentación salvaje hasta la eventual regulación e integración en el ecosistema financiero más amplio. La industria de la criptografía no es una excepción. Su fase inicial estuvo marcada por una rápida innovación y creación de riqueza, pero también por una volatilidad significativa y una falta de supervisión regulatoria.
Durante los últimos 12 meses, hemos visto decisiones históricas a favor de la industria de la criptografía en el sistema judicial. Algunos de los administradores de activos más grandes del mundo lanzaron ETF de bitcoin. Los activos digitales se han convertido en un foco de atención en la carrera presidencial de Estados Unidos. Más recientemente, tenemos la resolución del IRS sobre la declaración de impuestos para los activos en custodia.
La adopción institucional engendra regulación. Ahora, los inversores minoristas deben planificar el futuro.
Cómo planificar con anticipación
Si bien la adopción y la regulación institucionales están remodelando el panorama criptográfico, los inversores minoristas también deben adaptarse a esta nueva realidad. Con el nuevo mandato del IRS, el seguimiento de los lotes de impuestos se convertirá en una parte esencial de la gestión de las inversiones en criptomonedas. Los inversores minoristas deben ser proactivos a la hora de comprender las implicaciones de estas regulaciones y buscar soluciones para navegar y optimizar en este entorno complejo.
Los inversores minoristas en criptomonedas deben revisar todo su historial de transacciones criptográficas para asignar una base de costos a cada una de sus billeteras, idealmente con la ayuda de un asesor fiscal. De lo contrario, el IRS puede considerar la base del costo $0, lo que resultará en impuestos más altos sobre las ganancias de capital.
Este fallo aclara cómo participará el IRS en la industria de la criptografía. Todos los inversores deberían asignar una base de costes a sus carteras. Aquellos con una riqueza considerable pueden beneficiarse al tomar medidas adicionales para proteger sus activos, similares a las prácticas financieras tradicionales.
Los primeros pasos naturales incluyen establecer un testamento y utilizar fideicomisos para optimizar la liquidación patrimonial. Los vehículos financieros como las cuentas de jubilación y los seguros de vida también pueden proteger los criptoactivos en estructuras con ventajas fiscales.
Los riesgos financieros son reales. Se espera que la lucha contra la evasión de impuestos criptográficos genere 28 mil millones de dólares durante la próxima década. El IRS ha designado a dos ejecutivos de criptografía para el cumplimiento y la aplicación. Ya estamos viendo los frutos de este esfuerzo. En marzo, un hombre de Austin enfrentó los primeros cargos penales por fraude fiscal criptográfico.
Si bien muchas agencias federales continúan demostrando que no dominan las criptomonedas, algunas como el IRS se están poniendo al día. Figuras como Sam Bankman-Fried están siendo reemplazadas por Larry Fink. La planificación proactiva puede salvaguardar sus tenencias de criptomonedas y hacer crecer el patrimonio de su familia. Los inversores que deciden esconder la cabeza en la arena e ignorar el panorama cambiante lo hacen bajo su propio riesgo.