Peter Schiff, un acérrimo crítico de Bitcoin, en una publicación reciente de X cuestionó la idea de que la criptomoneda sirva como parte de la reserva estratégica de Estados Unidos. Él cree que tal medida podría ser ineficaz y problemática dada la volatilidad de Bitcoin y su posible impacto en la estabilidad del mercado.
Schiff contra la tenencia de Bitcoin por parte de EE.UU.
Esto comenzó cuando Tom Lee de Fundstrat, en una última aparición en Sqauwk Box de CNBC, dijo que BTC podría ayudar a resolver el déficit presupuestario de EE. UU. Lee sugirió que, si bien los recortes de impuestos y los cambios en el gasto pueden no abordar eficazmente el déficit, Bitcoin podría servir como protección contra él. Mencionó que a medida que el precio de Bitcoin aumenta, podría ayudar a compensar los pasivos asociados con el déficit.
Dio a entender que si la criptomoneda se agrega a la lista de activos de reserva, podría ayudar a compensar parte de la enorme deuda de 36 billones de dólares del país debido a su potencial de apreciar su valor.
Sin embargo, a Schiff no le pareció una buena idea. Subrayó los riesgos de liquidez y señaló que si Estados Unidos tuviera una cantidad significativa de Bitcoin, cualquier intento de venta podría fácilmente desencadenar una caída del mercado, haciendo que la reserva fuera inmediatamente ineficaz.
Lo llama un plan ridículo
“Incluso si crees en Bitcoin, un plan así es ridículo. Una gran reserva de Bitcoin no tendría valor como activo de reserva, ya que el gobierno no podría vender sin colapsar el mercado”, señaló.
En su opinión, tal escenario frustraría el propósito mismo de un activo estratégico destinado a estabilizar o mejorar la resiliencia fiscal. Sostuvo que la volatilidad y la falta de liquidez del Bitcoin lo hacen inadecuado como activo de reserva importante y advirtió contra lo que considera un optimismo fuera de lugar sobre su uso por parte de los gobiernos.
Sus publicaciones posteriores reflejan su desaprobación de la victoria de Trump. En una publicación posterior compartió que el optimismo de los consumidores está aumentando debido a lo que él llama “confianza fuera de lugar en un auge económico inspirado por Trump”.