Pakistán asignará 2,000 megavatios de electricidad para centros de datos de minería y inteligencia artificial (IA) de Bitcoin.
Según un Bloomberg informeel Consejo Cripto de Pakistán (PCC) que supervisa el proyecto confirmó que tres plantas de carbón subutilizadas, actualmente operan a solo un 15% de capacidad, se reutilizarán para respaldar esta iniciativa.
Este desarrollo es parte de los esfuerzos más amplios del gobierno para legalizar la criptografía, atraer inversiones extranjeras y modernizar su infraestructura tecnológica.
Daniel Batten, un investigador minero de Bitcoin, dicho que si la mitad de la potencia asignada va hacia la minería BTC, suponiendo que operen en condiciones casi óptimas, el país podría generar alrededor de 17,000 BTC anualmente.
Agregó que el desarrollo podría desencadenar la competencia regional, lo que sugiere que India podría hacer lo mismo.
Las ambiciones criptográficas de Pakistán han aumentado significativamente, con varios movimientos y proyectos notables iniciados en los últimos meses.
El gobierno ha comenzado a establecer bases regulatorias para la industria emergente, el fundador de Binance, Changpeng Zhao, como asesor de PCC y se asoció con World Liberty Financial (WLFI), una empresa Defi relacionada con Donald Trump, para promover la adopción de cadena de bloques.
La presión del FMI cuelga sobre Pakistán
La estrategia de Pakistán lo coloca en el mismo grupo que varios otros países que adoptan activos digitales a pesar de los acuerdos de préstamos activos con el Fondo Monetario Internacional.
El país recientemente asegurado Un paquete FMI de $ 2.1 mil millones para apoyar la recuperación económica, pero sigue comprometido a expandir su huella de criptografía.
Mathew Sigel, jefe de investigación de Vaneck, señalado que otras naciones con enfoques similares incluyen El Salvador, Kenia, Etiopía y Argentina. Estos países han seguido varios proyectos relacionados con Bitcoin mientras están bajo programas del FMI.
El FMI ha advertido repetidamente que la exposición a Bitcoin podría presentar riesgos financieros, particularmente cuando los gobiernos están directamente involucrados en la compra o minería del activo.
Aún así, ninguno de estos países ha detenido sus planes de adopción. El Salvador se destaca como un ejemplo clave. A pesar del rechazo del FMI, ha seguido expandiendo sus reservas de bitcoin, ahora con más de 6,000 BTC, valorados en $ 678 millones.