Elon Musk se hizo eco de lo que muchos partidarios de Bitcoin han estado diciendo durante años: el gobierno de los Estados Unidos está gastando mucho más de lo que puede permitirse, y las cosas podrían dirigirse hacia un desastre financiero. En una publicación reciente, Musk señaló cómo los recortes de impuestos de Trump podrían agregar la friolera de $ 2.4 billones a la deuda ya masiva del país. Su advertencia agrega peso al creciente temor de que la base financiera de Estados Unidos no sea tan fuerte como parece.
Montaje de deuda, dudas crecientes
La deuda nacional de EE. UU. Ahora se encuentra en $ 36 billones, con $ 1.13 billones en pagos de intereses anuales. Las preocupaciones fiscales ya han llevado a los inversores hacia activos alternativos como Bitcoin y Gold, ya que el gobierno toma prestados espirales fuera de control. La advertencia de Musk se produce cuando más analistas destacan cómo el aumento del techo de la deuda repetidamente es simplemente enmascarar la insolvencia de larga data. Los Hawks fiscales argumentan que Estados Unidos está efectivamente en bancarrota, algo que Bitcoiners ha dicho durante años.
¿Está roto el sistema Fiat?
Los creyentes de Bitcoin han señalado durante mucho tiempo los defectos del sistema fiduciario basado en la deuda. Con las proporciones de deuda a PIB en naciones avanzadas que ahora superan el 100%, los nuevos préstamos ya no alimentan el crecimiento real. En cambio, reduce la capacidad de la economía para recuperarse, como comer demasiado helado hasta que se enferme. Los economistas argumentan que el sistema es insostenible sin cambios de políticas drásticas.
¿A dónde vamos desde aquí?
Expertos como Russell Napier dicen que los gobiernos podrían intentar inflar la deuda, implementar la represión financiera o devaluar las monedas, todo lo cual podría empujar a más inversores a criptografía. Con Musk ahora uniéndose a la conversación, la urgencia del problema se siente más real. Su influencia podría acelerar el cambio de grandes jugadores en activos como Bitcoin, XRP y Gold.
En resumen, si la disciplina fiscal no se restaura pronto, el mundo puede verse obligado a repensar lo que significa “dinero”, y la criptografía podría desempeñar un papel protagonista en ese cambio.