Hong Kong está intensificando su lucha contra el lavado de dinero relacionado con la criptografía al trabajar con la Universidad de Hong Kong (HKU) en soluciones impulsadas por la tecnología, incluido el mejor seguimiento de los flujos de activos virtuales.
El nuevo esfuerzo se reveló en un gobierno declaración El 12 de junio, después de un taller de cuatro días centrado en mejorar las estrategias contra el lavado de dinero (AML).
Esfuerzo colaborativo
Según el proyecto, los ingenieros e investigadores de HKU colaborarán con la aduana de Hong Kong para diseñar herramientas capaces de mapear y monitorear el movimiento de activos digitales en redes blockchain.
La herramienta tiene como objetivo ayudar a la aplicación de la ley a identificar patrones sospechosos vinculados al lavado de dinero y otras actividades financieras ilícitas.
El comisionado asistente Wong Ho-yin de la costumbre de Hong Kong enfatizó que los crímenes relacionados con criptografía están aumentando. Señaló que debido a que estos crímenes a menudo abarcan múltiples jurisdicciones, ninguna agencia única puede abordar el problema solo.
Teniendo en cuenta esto, Ho-Yin destacó la necesidad de expandir las asociaciones en los sectores financieros, académicos y policiales para abordar estos riesgos transfronterizos de lavado de dinero.
El profesor David Srolovitz, decano de ingeniería de HKU, se hizo eco de esto y destacó la importancia de combinar la innovación técnica con la aplicación regulatoria. Dijo que al reunir a expertos de diferentes campos, Hong Kong puede abordar mejor los complejos desafíos del delito financiero en la era digital.
Preocupaciones globales sobre el aumento de lavado de dinero
El impulso de Hong Kong para fortalecer la supervisión criptográfica se produce en medio de preocupaciones globales más amplias. La naturaleza sin fronteras de los activos digitales los convierte en una herramienta atractiva para los delincuentes que buscan mover fondos discretamente.
Según un reciente informe por TRM Labs, algunos bancos subterráneos chinos, que operan a través de canales informales conocidos como Fei Qian, se han convertido en facilitadores clave del lavado de dinero basado en criptografía.
Estos grupos han establecido vínculos cercanos con los sindicatos de crimen organizado global, incluidos los carteles de drogas mexicanos. Sus servicios permiten a las personas chinas ricas eludir los controles de capital nacional y permitir a los delincuentes extranjeros mudarse o repatriar fondos ilícitos.
Si bien las jurisdicciones como Estados Unidos ya utilizan herramientas avanzadas para monitorear el crimen relacionado con la criptografía, el próximo sistema de Hong Kong podría alentar a otros países de la región a adoptar enfoques similares.