Según los informes, los empleados del Banco Central Europeo (BCE) se rebelan contra lo que dicen que son prácticas “antidemocráticas” en la institución con sede en Frankfurt.
El Financial Times informa que el comité de personal del banco envió una carta a la presidenta del BCE Christine Lagarde que abordó “quejas generalizadas de favoritismo, altas tasas de agotamiento y la vulnerabilidad de muchos colegas que trabajan bajo contratos temporales”.
Carlos Bowles, presidente del comité de personal, escribió la carta, acusando al BCE de convertirse en una “fortaleza legal inexplicable”.
Bowles también critica el apoyo público de Lagarde al estado de derecho de Europa, acusándola de no promover los mismos estándares.
“Lamentamos ver que estos principios expresados fuera de la institución parecen tener poco valor dentro de la institución por su estructura de poder”.
En una publicación de blog el mes pasado, Lagarde argumentó que el momento está maduro para que el euro gane prominencia global como accesorio en reservas de divisas, en parte debido a la estabilidad de Europa.
“Es cierto que la UE no es fácil de entender desde el exterior. Pero su estructura e inclusiva toma de decisiones garantiza controles y equilibrios, estabilidad y certeza de políticas. Respeto por el estado de derecho y la independencia de las instituciones clave, como el BCE, son ventajas comparativas críticas que la UE debería palear”.
Imagen generada: Midjourney