La adopción de Bitcoin (BTC) está creciendo entre los países, con 32 naciones persiguiendo activamente la exposición a través de la legislación, que representa aproximadamente una de cada seis naciones en todo el mundo, según un informe del Instituto de Políticas de Bitcoin Publicado el 22 de septiembre.
El estudio documenta una rápida aceleración en la adopción del gobierno luego de las elecciones del presidente Donald Trump y la posterior orden ejecutiva que establece una reserva estratégica de bitcoins de EE. UU.
El informe identificó la exposición activa a Bitcoin en 27 países, mientras que 13 han propuesto una legislación para obtener dicha exposición.
Los números reflejan categorías superpuestas, ya que algunas naciones persiguen múltiples enfoques simultáneamente. Argentina opera minería respaldada por el gobierno utilizando gas acampanado mientras propone legislación para una reserva estratégica.
Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) emplean tres métodos de exposición activa: minería respaldada por el gobierno, inversiones de fondos de patrimonio soberano en ETF de bitcoins y aceptación de pagos de impuestos.
La reserva estratégica de Bitcoin es la estrategia de referencia
Las reservas estratégicas de Bitcoin (SBR) representan el enfoque más común, con 16 países propuestos o promulgado tales políticas.
La orden ejecutiva de Trump estableció una política federal de retención en lugar de vender las tenencias incautadas de Bitcoin, citando $ 17 mil millones en posibles ganancias que se habrían perdido de liquidaciones anteriores.
Arizona, New Hampshire y Texas han codificado las reservas a nivel estatal, con docenas más de estados considerando medidas similares.

Además de la idea de un SBR, la minería de Bitcoin respaldada por el gobierno se clasifica como el segundo método más frecuente, con 14 países activamente o proponiendo tales operaciones.
Exploración respaldada por el gobierno
Diez naciones actualmente mina a través de arreglos de provisión de electricidad que generan acumulación de bitcoin de participación en las ganancias. Argentina, Bután, El Salvador, Etiopía, Irán, Corea del Norte, Omán, Rusia, los EAU y Venezuela mantienen o operaron programas de minería gubernamentales previamente operados.
Siete países mantienen bitcoin a través de tenencias pasivas, que comprenden criptomonedas incautadas que los gobiernos han elegido no vender. Bulgaria, China, Finlandia, Georgia, India, el Reino Unido y Venezuela mantienen tales tenencias, con Finlandia que conservan específicamente monedas pendientes de la corte.
Cuatro países aceptan pagos de impuestos en Bitcoin en varias jurisdicciones. La ciudad de Panamá, los Cantones suizos, Dubai y el estado de Colorado permiten pagos de impuestos de Bitcoin, con Vancouver, Canadá, que proponen una legislación similar.
Los fondos de pensiones gubernamentales y los fondos de riqueza soberana proporcionan vías de exposición adicionales. El Fondo de Pensiones del Estado de Michigan invirtió directamente en Bitcoin, mientras que otros 17 fondos de pensiones estatales mantienen la exposición indirecta a través de las tenencias de estrategias.
A nivel internacional, el Fondo de Pensiones del Gobierno de Japón está explorando la inversión directa, y el Fondo de Corea del Sur tiene asignaciones estratégicas sustanciales.
‘Race teórica del juego’
El informe posicionó la adopción de Bitcoin como una “carrera teórica del juego” entre las naciones que buscan alternativas a los activos de reserva tradicionales. Los países ven Bitcoin como un complemento de las reservas de oro, proporcionando ventajas de portabilidad digital sobre los activos físicos.
Los autores argumentan que Bitcoin ofrece propiedades resistentes a las sanciones y permite pagos internacionales directos sin intermediación en dólares.
El impulso de la adopción se ha acelerado notablemente desde la elección de Trump, con eventos de exposición que aumentan de la actividad esporádica anterior a 2020 a más de 50 eventos a principios de 2025.
El informe concluyó que las principales potencias en todos los continentes ahora se involucran con Bitcoin como un activo macroeconómico, lo que hace que una reversión sea poco probable.