Bienvenido a Latam Insights Encore, una inmersión profunda en las noticias económicas y criptográficas más relevantes de América Latina de la semana pasada. En esta edición: examinamos el asombroso crecimiento de las criptomonedas en Brasil y cómo su adopción está superando a la del gobierno.
Latam Insights Encore: La adopción de criptomonedas en Brasil está dejando atrás a su gobierno
Brasil, una de las economías más grandes de América Latina, ha demostrado que existe una gran brecha entre su adopción ascendente de las criptomonedas y el enfoque descendente de la regulación de la industria.
El último informe de Chainalysis, una de las principales empresas de análisis de blockchain, encontró que Brasil había experimentado un crecimiento exponencial en sus volúmenes de transacciones criptográficas, convirtiéndose en el centro criptográfico de facto de Latinoamérica. Según la firma, la economía brasileña realizó transacciones por 318.800 millones de dólares en activos de criptomonedas entre julio de 2024 y junio de 2025, lo que marca un hito para la economía de activos digitales del país.
Y no solo superó las cifras anteriores, sino que duplicó con creces su marca anterior, lo que indica un fuerte movimiento hacia estos activos tanto por parte de instituciones como de usuarios minoristas.
Estas cifras, que dejaron atrás a otras grandes economías criptográficas de la región, como Argentina y México, se producen después de que las autoridades brasileñas hubieran estado ejecutando medidas impopulares dirigidas a los usuarios de criptomonedas.
La última está relacionada con una medida provisional promulgada por el presidente Lula que puso fin a las exenciones de impuestos a las criptomonedas y estableció una tasa impositiva fija sobre las tenencias de criptomonedas, incluidos los activos mantenidos en autocustodia.
Ya me he referido al posible resultado de estas medidas, anticipando un éxodo hacia plataformas no reguladas y protocolos descentralizados para eludir estos esfuerzos gubernamentales.
Sin embargo, lo que es más relevante es que la situación actual muestra un divorcio entre el brasileño común, que quiere usar criptomonedas, y las autoridades brasileñas, que en cambio ponen barreras para desalentarlo.
El gobierno brasileño debería tener esto en cuenta y cambiar sus formas para ser más indulgente con una tecnología que ya se ha afianzado en suelo brasileño. Si no lo hace, corre el riesgo de que sus reglas y regulaciones sean irrelevantes, dada la naturaleza de las criptomonedas.