La semana pasada, a través de la orden ejecutiva, el presidente Trump dio un paso significativo para remodelar el futuro de los activos digitales al establecer un consejo criptográfico dirigido por el inversionista y empresario David Sacks. Esta orden ejecutiva, junto con la reciente reversión de SAB 121, una política mal concebida que dificultó que para los bancos de los bancos actúes criptográficos, demuestra que la nueva administración se toma en serio la eliminación de las barreras para la adopción de criptografía.
Este consejo representa una oportunidad de oro para deshacer el daño significativo infligido a la industria criptográfica durante la administración Biden. En lugar de la hostilidad regulatoria, el Consejo Crypto de Trump puede ayudar a trazar un camino hacia la innovación, la supervisión responsable y, lo más importante, la protección de los clientes e inversores minoristas que lo ayudaron a ganar las elecciones.
Si bien la participación de las principales compañías criptográficas como Coinbase, A16Z y Ripple es crucial, el consejo no debe estar compuesto únicamente por los gigantes de la industria. Durante demasiado tiempo, los inversores minoristas, la columna vertebral de la revolución criptográfica, han sido ignorados, explotados o atacados directamente, no solo por los Sam Bankman del mundo, sino por la agencia reguladora diseñada para protegerlos. Si la nueva administración se toma en serio el fomento de una política criptográfica justa y efectiva, debe incluir una voz para el estadounidense cotidiano.
La necesidad de representación minorista
Durante los últimos cuatro años, la administración Biden, a través de funcionarios como la senadora Elizabeth Warren y el ex presidente de la SEC, Gary Gensler, libró una guerra injusta contra la industria criptográfica. ChokePoint 2.0 demostró ser un esfuerzo coordinado para eliminar las compañías criptográficas del sistema bancario, restringiendo el acceso a servicios financieros esenciales. Palardó innovación en los Estados Unidos, enviando a clientes e inversores minoristas en alta mar a manos de Bankman-Fried. El enfoque de regulación por cumplimiento de Gensler dejó a los empresarios e inversores por igual que navegaban por un entorno regulatorio impredecible y hostil.
Fui testigo de primera mano cómo estas políticas imprudentes perjudicaron a los inversores minoristas. Como abogado que trabajaba pro bono, representé a 75,000 titulares de XRP en el caso Ripple y presenté las miles de declaraciones juradas de inversores minoristas citados por la jueza Analisa Torres en su decisión histórica. También me desempeñé como abogado amicus en otros casos críticos, incluidos Lbry y Coinbase, defendiendo a aquellos que carecen de los recursos para presionar al Congreso o luchar contra la extralimitación del gobierno.
El recién establecido Consejo Crypto no debe cometer el error de convertirse en un club exclusivo de las élites de la industria. Debe incluir defensores de los inversores minoristas, personas que han estado en las trincheras y comprender las consecuencias del mundo real de las decisiones políticas. Una cosa es hablar en términos abstractos sobre la estructura del mercado y la innovación. Otra es pararse junto a personas cuyos futuros financieros dependen de regulaciones justas y transparentes.
Un plan legislativo para el éxito
Si bien la conversación nacional se ha centrado recientemente en cosas como una reserva estratégica de Bitcoin, esta administración tiene una oportunidad única en la generación de aprobar una legislación criptográfica significativa que fomenta el crecimiento al tiempo que garantiza la protección de los inversores. Debe actuar rápidamente porque las elecciones de mitad de período estarán aquí antes de que lo tengamos.
Se deben abordar varias prioridades clave:
1. Legislación de stablecoin. Cree un marco que impulse la demanda de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos al tiempo que reduce la fricción y las tarifas para los pagos transfronterizos, lo que permite que Stablecoins sirva como herramientas financieras confiables para el comercio y la inclusión global.
2. Reforma de la estructura del mercado. Otorgue una autoridad clara al CFTC para supervisar los activos digitales mientras establece pautas definitivas para cuando un token constituye una seguridad y, por lo tanto, gobernada por la SEC.
3. Supervisión de intercambio centralizado. Requiere intercambios centralizados para segregar los fondos de los clientes, evitando cualquier combinación de activos corporativos; introducir legislación para garantizar que los fondos del cliente estén legalmente protegidos en los procedimientos de bancarrota, para nunca ser tratados como activos de la entidad en quiebra; intercambios de mandatos para mantener reservas del 100%; prohibir la rehipotecación de los fondos de los clientes, evitando los riesgos ocultos y el contagio en la industria; e imponer límites y salvaguardas sobre el comercio de apalancamiento para evitar que los inversores minoristas se eliminen por un riesgo excesivo.
5. Reforma de política fiscal. Invierta las políticas obsoletas que tratan el uso de criptografía como moneda como un evento imponible. Las pequeñas transacciones cotidianas no deben desencadenar impuestos sobre las ganancias de capital.
Un llamado a gobernanza inclusiva
El Consejo Crypto solo será tan efectivo como las voces que incluye. Si se convierte solo en otra reunión de ejecutivos de la industria y capitalistas de riesgo, fallará en su misión de crear una política justa e inclusiva.
Los inversores minoristas y aquellos que usan activos digitales para pagos, remesas, ahorros e inversiones merecen un asiento en la mesa. No solo son partes interesadas en esta industria, sino también votantes que desempeñaron un papel fundamental en la elección de esta administración al cargo. Sus intereses deben ser priorizados, no solo los intereses de las instituciones poderosas.
Como alguien que ha dedicado mi carrera a luchar por los estadounidenses cotidianos, insto a David Sacks, Bo Hines y la administración para garantizar que el Consejo Crypto represente todas las voces, no solo las más fuertes y ricas. Si hacemos esto correcto, podemos establecer a los Estados Unidos como un líder mundial en innovación de activos digitales al tiempo que salvaguardan los derechos de las personas que hacen posible esta industria.
La regulación clara y predecible no solo ayudará a los inversores minoristas, sino que también impulsará la innovación y el crecimiento económico en los EE. UU. Durante mucho tiempo y prometedores proyectos criptográficos han huido en el extranjero debido a la incertidumbre regulatoria. Un marco legal bien diseñado traerá de vuelta a estos innovadores, asegurando que Estados Unidos permanezca a la vanguardia de la tecnología financiera.
Esta es nuestra oportunidad de construir un marco que fomente la confianza, la justicia y la oportunidad económica al tiempo que abarca una primera agenda de Estados Unidos. Por favor, no lo desperdiciemos.