En una entrevista reciente con Kirsten Welker en NBC, el presidente electo Donald Trump confirmó que no tiene planes de reemplazar al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, cuando asuma el cargo en enero.
Cuando se le preguntó si le pediría a Powell que renunciara, Trump respondió: “No, no lo creo. Creo que si se lo dijera, dimitiría. Pero si le pido que renuncie, es posible que no lo haga”.
Los comentarios marcan un cambio respecto de las especulaciones durante la campaña de Trump sobre posibles enfrentamientos con la Reserva Federal sobre la política monetaria. El mandato de Powell ha estado marcado por debates sobre la inflación y los ajustes de las tasas de interés, que Trump ha criticado anteriormente.
Trump reiteró su promesa de campaña de imponer aranceles a las importaciones de los mayores socios comerciales de Estados Unidos, una piedra angular de su política económica destinada a proteger la manufactura estadounidense, pero reconoció incertidumbres sobre las posibles consecuencias para los consumidores.
Cuando se le preguntó si podía garantizar que las familias estadounidenses no enfrentarían precios más altos debido a los aranceles, Trump dijo: “No puedo garantizar nada. No puedo garantizar el mañana”.
*Este no es un consejo de inversión.