Una nueva investigación del Banco de Inglaterra sugiere que las tecnologías de privacidad emergentes, como las pruebas de conocimiento cero, podrían mejorar el control del usuario sobre los datos en una libra digital.
El Banco de Inglaterra ha sugerido que las pruebas de conocimiento cero y otras tecnologías que mejoran la privacidad, también conocidas como PTE, podrían ser componentes viables de una potencial libra digital.
En su último informe titulado “Mejora de la privacidad de una libra digital”, el banco central dijo que tecnologías como la seudonimización, las pruebas ZK y la informática multipartita segura “podrían aplicarse a sistemas de moneda digital como la libra digital para minimizar el intercambio de datos tanto con el banco central como entre intermediarios de pagos, brindando a los usuarios un mayor control sobre sus datos y mejorando la privacidad del usuario”.
“Esto presenta oportunidades para que una libra digital sea al menos tan privada como las formas actuales de dinero digital y potencialmente incluso más privada, aunque, como ocurre con cualquier tecnología, existen limitaciones en cuanto a lo que los tipos emergentes de PET pueden lograr”.
El Banco de Inglaterra
Tras los comentarios del público sobre su consulta de 2023, el Banco de Inglaterra y el Tesoro de Su Majestad reafirmaron su compromiso de salvaguardar la privacidad de los usuarios, asegurando que ni el gobierno ni el banco central tendrían acceso a los datos personales de los usuarios.
ZK-proof es un protocolo criptográfico que permite a una de las partes demostrar que sabe algo sin revelar la información real. La tecnología se utiliza activamente en cadenas de bloques como Ethereum (ETH), Zcash (ZEC) y Polygon (POL) para soluciones de privacidad y escalamiento.
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En colaboración con la Iniciativa de Moneda Digital del Instituto Tecnológico de Massachusetts, el banco central británico ha explorado el potencial de los PET emergentes, pero aun así reconoció sus limitaciones y compensaciones, particularmente en el equilibrio de la privacidad con el cumplimiento normativo.
“También pueden surgir tensiones entre las regulaciones que exigen la divulgación de datos y la libertad para implementar PET”, afirma el informe, subrayando la necesidad de realizar más investigaciones para abordar estos desafíos.
El Banco de Inglaterra comenzó su exploración de una libra digital en 2020, cuando creó un grupo de trabajo para evaluar el diseño potencial y las implicaciones de una moneda digital del banco central. Sin embargo, desde principios de 2021 se han llevado a cabo consultas públicas y evaluaciones detalladas, y el banco central ha enfatizado la importancia de adaptarse a los avances tecnológicos en los pagos y al uso cada vez menor de efectivo. El banco aún tiene que tomar una decisión final sobre el lanzamiento de su moneda digital.
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