El creciente optimismo en torno a las normas criptográficas de EE. UU. está impulsando el impulso de la industria, ya que el director ejecutivo de Coinbase, Brian Armstrong, señala que 2025 podría brindar la tan esperada claridad, estabilidad y confianza de los inversores.
¿Un cambio de juego regulatorio? Armstrong insinúa reglas criptográficas que cambian el mapa
El creciente optimismo sobre la dirección de la regulación de las criptomonedas en Estados Unidos está remodelando el sentimiento de la industria, y uno de sus ejecutivos más destacados expresa confianza en una inminente claridad política. El director ejecutivo del intercambio de criptomonedas Coinbase (Nasdaq: COIN), Brian Armstrong, compartió en la plataforma de redes sociales X a principios de esta semana que se están realizando avances constructivos hacia la definición de reglas para los activos digitales.
Armstrong escribió:
Me siento muy optimista sobre el progreso regulatorio de las criptomonedas en EE. UU. Se avecinan reglas claras. Esto ayuda a los constructores e innovadores. No pararemos hasta que suceda.
La publicación destaca su opinión de que la claridad regulatoria es clave para mantener competitivas a las empresas estadounidenses en la innovación blockchain. Sus comentarios se alinean con el continuo llamado de Coinbase a un marco estable que equilibre la innovación, la protección del consumidor y la transparencia del mercado en el sector de activos digitales.
En otra actualización reciente, Armstrong opinó: “Nunca he sido más optimista acerca de reglas claras para las criptomonedas. Es obvio que la estructura del mercado es un tren de carga que salió de la estación”.
Sin embargo, advirtió: “Pero eso no ha impedido que los grandes bancos vengan a pedir otra ayuda, esta vez pagada con sus recompensas criptográficas. Quieren deshacer su derecho bajo la ley GENIUS de ganar recompensas en USDC. No se lo permitan. Los bancos quieren prohibir las recompensas para mantener su monopolio, y nos estamos asegurando de que el Senado sepa que rescatar a los grandes bancos a expensas del consumidor estadounidense no está bien”. Sus declaraciones sugieren una tensión cada vez mayor entre la industria de activos digitales y las instituciones financieras establecidas.
La confianza sostenida de Armstrong indica que Coinbase ve el año 2025 como un posible punto de inflexión para el sector criptográfico de EE. UU., donde la supervisión estructurada podría finalmente reemplazar años de incertidumbre. Si bien los escépticos advierten que una regulación más estricta podría limitar la innovación, los defensores argumentan que reglas claras y consistentes atraerían inversiones, protegerían a los consumidores y reforzarían el liderazgo de Estados Unidos en la criptoeconomía global.