La Asamblea del Estado de California ha aprobado por unanimidad AB 1180, un proyecto de ley que permite a las agencias estatales comenzar a aceptar Bitcoin y otros activos digitales como pago por ciertas tarifas regulatorias.
Escrito por la asamblea Avelino Valencia (D-Anaheim), la legislación despejó el piso de la Asamblea el 3 de junio con un decisivo 78-0 voto (2 NV) y ahora está bajo revisión por el Comité de Reglas del Senado.
Si se promulga, el proyecto de ley requeriría que el Departamento de Protección Financiera e Innovación de California desarrolle reglas que permitan a las empresas reguladas bajo la ley de activos financieros digitales del estado para pagar las tarifas de licencias y examen utilizando activos digitales. El programa piloto se lanzaría el 1 de julio de 2026 y se extendería hasta el 1 de enero de 2031.
“AB 1180 pone a California a la vanguardia de la innovación de activos digitales”, Valencia dicho en una audiencia del comité anterior. “Servirá como un plan para la integración estatal”.
Manteniendo el ritmo de los estados criptográficos
El impulso de California sigue los pasos de Colorado, Utah y Louisiana, que ya aceptan pagos criptográficos para ciertos servicios gubernamentales.
Colorado, por ejemplo, permite pagos de impuestos criptográficos a través del servicio de PayPal, cobrando a los usuarios por $ 1 más 1.83% por transacción.
Similar a ese modelo, el sistema de California convertiría los pagos digitales en dólares estadounidenses al recibir, evitando la exposición directa del estado a la volatilidad del mercado criptográfico.
El programa está diseñado como una prueba de prueba de cinco años. Para enero de 2028, DFPI debe entregar Un informe provisional que evalúa la efectividad del sistema, los costos operativos, los riesgos de fraude o abuso y la retroalimentación pública.
Si tiene éxito, el piloto podría allanar el camino para una aceptación criptográfica más amplia en otras agencias estatales.
Implicaciones estratégicas para el ecosistema criptográfico de California
La aprobación del proyecto de ley es particularmente relevante para el floreciente sector criptográfico del estado. California es el hogar de las principales compañías de blockchain como Ripple, Solana Labs y Kraken, muchas de las cuales deben navegar por los procesos de licencia regulatoria complejos y costosos.
Al habilitar los pagos de tarifas criptográficas, el estado puede optimizar el cumplimiento de estas empresas y señalar su apertura a la innovación tecnológica en los servicios financieros.
Los procesadores de pagos criptográficos como BitPay, Coinbase Commerce y PayPal ahora son contendientes potenciales para un contrato estatal lucrativo. El proveedor exacto se determinará a través de un proceso de adquisición dirigido por DFPI.
Sin embargo, no todos están a bordo. Los grupos de defensa del consumidor y los vigilantes fiscales han expresado preocupaciones sobre las tarifas de transacción, la volatilidad y la huella ambiental de la minería criptográfica. Los legisladores han insinuado que el Senado podría introducir enmiendas de protección del consumidor, como límites de tarifas o mecanismos de reembolso, para abordar estos riesgos.
Impulso político para los derechos criptográficos
El proyecto de ley es parte de un impulso legislativo más amplio de Valencia, que también está avanzando AB 1052un llamado proyecto de ley de “Derechos de Bitcoin” que tiene como objetivo consagrar las protecciones para autocustody, operación de nodo y transacciones entre pares en la ley estatal. Respaldado por el grupo nacional de defensa de la criptográfica Satoshi Action Fund, la medida posiciona a California como un contrapeso a la ambigüedad regulatoria federal.
“Si los derechos de Bitcoin pasan aquí, pueden pasar a cualquier lugar”, dicho Dennis Porter, CEO del Fondo de Acción Satoshi, en una entrevista con Politico.
Se espera que el Senado tome AB 1180 a finales de este verano. Si pasa y está firmado por el gobernador Gavin Newsom, el DFPI comenzará a desarrollar el sistema de pago criptográfico en 2026, con un ojo hacia el despliegue estatal para el final de la década.
El experimento puede dar forma al futuro de las finanzas públicas, no solo en California sino en todo el país. Como Valencia ponerlo“California no puede permitirse quedarse atrás”.