La Estrategia de Seguridad Nacional recién revelada por la Casa Blanca se parece menos a un plan diplomático tradicional y más a un llamado a la expansión fiscal global. Para el mercado de las criptomonedas, adicto a la idea de reducciones rápidas de las tasas de interés en los EE. UU. y en todo el mundo, esto parece ser una ducha fría que nadie ordenó.
El núcleo de la estrategia, firmada por el presidente Donald Trump, defiende explícitamente una agenda de “Estados Unidos primero” respaldada por una importante reorientación económica y militar tanto en el país como en el extranjero.
Consideremos las directivas: la estrategia exige que los aliados de la OTAN aumenten el gasto en defensa al 5% del PIB, un aumento considerable con respecto a su mandato de larga data del 2%. También se espera que Japón y Corea del Sur gasten más.
“Dada la insistencia del presidente Trump en una mayor distribución de la carga por parte de Japón y Corea del Sur, debemos instar a estos países a aumentar el gasto en defensa, centrándose en las capacidades, incluidas las nuevas, necesarias para disuadir a los adversarios y proteger la Primera Cadena de Islas”, dice la estrategia.
Añade además: “También endureceremos y fortaleceremos nuestra presencia militar en el Pacífico occidental, mientras que en nuestras relaciones con Taiwán y Australia mantenemos nuestra retórica decidida sobre un mayor gasto en defensa”.
El documento llama explícitamente a los aliados de Estados Unidos a gastar mucho más de su producto interno bruto en su propia defensa y a una mayor inversión militar estadounidense en el Indo-Pacífico para fortalecer la vigilancia en esa región.
Financiar este tipo de gasto monumental significa inevitablemente más endeudamiento gubernamental o más oferta de bonos en todo el mundo, lo que elevaría los rendimientos de los bonos, el costo del capital y la inflación, lo que haría más difícil para los bancos centrales recortar las tasas. De hecho, los recortes de tipos pueden tener poco impacto, ya que el aumento de la oferta de bonos probablemente mantendrá elevados los rendimientos.
Además, el aumento del endeudamiento de muchas de las naciones avanzadas, que ya están muy endeudadas, podría aumentar los riesgos de crisis fiscal.
Si eso no fuera suficiente, la estrategia establece explícitamente que “la era de la migración masiva ha terminado”. Significa que Estados Unidos tal vez no importe mano de obra barata al ritmo observado en años anteriores, lo que podría hacer que los salarios sean rígidos, lo que aumentaría la inflación.
Todo esto parece un viento de cola alcista para los activos considerados como coberturas contra la inflación y refugios seguros, como el oro. bitcóin btc$88.823,40 Sus defensores también lo presentan como “oro digital”, pero este año no ha estado a la altura de las expectativas.
El oro ha subido un 60% este año a pesar de que el rendimiento a 10 años de EE. UU. se mantiene obstinadamente por encima del 4%, mientras que BTC ahora ha bajado casi un 5% en lo que va del año. Sólo el tiempo dirá si evoluciona hacia el oro digital en un mundo cada vez más envalentonado desde el punto de vista fiscal.
Se espera que la Reserva Federal reduzca las tasas en 25 puntos básicos la próxima semana, bajando la tasa de referencia al 3,5%. Pero como la estrategia de seguridad exige una expansión global, las probabilidades de que se produzcan fuertes recortes de tipos parecen sombrías.
