Divulgación: Los puntos de vista y opiniones expresados aquí pertenecen únicamente al autor y no representan los puntos de vista y opiniones del editorial de crypto.news.
En Estados Unidos, el 92 por ciento de las personas reportaron preocupación por su privacidad mientras usan Internet, lo que pone de relieve cómo las recientes filtraciones masivas de datos y las narrativas en torno a la monetización de datos de las grandes empresas tecnológicas han erosionado la confianza de los usuarios de Internet. Esto se ha visto especialmente acentuado por el surgimiento de sistemas opacos de inteligencia artificial y la evolución de los paisajes sociopolíticos.
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Brechas en la regulación
Si bien el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea de 2018 estableció un punto de referencia como el primer acto legal integral destinado a mejorar los derechos de privacidad de los usuarios de Internet, no está exento de deficiencias.
El RGPD y los marcos regulatorios posteriores han sido en gran medida ineficaces a la hora de hacer cumplir y responsabilizar a las grandes empresas tecnológicas, en particular Google y Meta, de la recopilación y venta de datos de los usuarios. Según se informa, las reclamaciones sobre posibles violaciones del RGPD han tardado años, a veces más de cuatro, en abordarse. Los retrasos se deben a procedimientos complejos que involucran a múltiples agencias y países que manejan quejas contra compañías específicas, lo que crea importantes retrasos y debilita la capacidad de la ley para hacer cumplir y mantener su mandato.
En Estados Unidos, la ausencia de una legislación federal sobre protección de datos ha llevado a numerosos estados a tomar el asunto en sus propias manos. La irregular realidad regulatoria de Estados Unidos puede crear más daño que bien, ya que las variaciones en asuntos específicos crean infinitas complejidades de cumplimiento para las empresas que operan en numerosos estados.
Luego, los usuarios reciben distintos grados de protección de datos según su ubicación en un momento dado. Además, para las pequeñas y medianas empresas, el desarrollo de programas de cumplimiento individuales para reguladores estatales individuales aumenta los costos que limitan su capacidad para competir con las grandes empresas tecnológicas y otras grandes corporaciones.
Mientras tanto, las grandes empresas tecnológicas han estado ejerciendo su influencia con intensos esfuerzos de lobby, alegando que cualquier tipo de legislación con fuerza real socavará la innovación. Si bien este es un debate que vale la pena tener, las empresas cuyo modelo de negocio depende en gran medida del mayor papel de Web3
Aquí es precisamente donde la infraestructura descentralizada de web3 puede eludir a las entidades centralizadas, cuyos intereses pueden no coincidir con los de la mayoría de los usuarios, para proporcionar un estándar más alto de protección de datos.
Blockchain (y web3 en general) ha tenido innumerables iteraciones y casos de uso de su tecnología diseñados para intentar generar riqueza a través de juegos, esquemas criptográficos u otras vías. Sin embargo, muchos proyectos y desarrolladores faltan o eligen ignorar el potencial que tienen para proteger los datos de los usuarios.
Gracias a la tecnología de encriptación inherente de blockchain y al libro mayor inmutable, algunos proyectos de privacidad basados en web3 están reclamando su reclamo como una alternativa al actual sistema web2 que domina las interacciones en línea para beneficiarse de los ingresos publicitarios. Un ejemplo de ello es tomi, un proyecto gobernado por DAO que aprovecha las ventajas de web3. Leer más: Optimización de la sostenibilidad con datos descentralizados | Opinión