Marc Andreessen, cofundador de Andreessen Horowitz y una voz destacada en el espacio tecnológico y criptográfico, ha acusado a la administración de Biden de utilizar el sistema bancario como arma contra los criptoempresarios. En un episodio reciente de La experiencia de Joe RoganAndreessen vinculó estas acciones con lo que él llama “Operación Chokepoint 2.0”, una supuesta continuación de una estrategia gubernamental anterior para excluir del sistema financiero a las industrias desfavorecidas.
“Más de 30 fundadores han sido desbancarizados en los últimos cuatro años”, reveló Andreessen, sugiriendo un esfuerzo deliberado para apuntar a individuos y empresas de la industria de la criptografía. “No podemos vivir en un mundo en el que alguien inicia una empresa que es completamente legal y luego, literalmente, es sancionado”.
Estos comentarios reflejan las crecientes preocupaciones entre los defensores de las criptomonedas sobre la extralimitación regulatoria y la exclusión financiera en los Estados Unidos.
La criptoevolución de la Operación Chokepoint
La Operación Chokepoint, lanzada originalmente durante la administración Obama, tenía como objetivo desbancar a industrias consideradas de alto riesgo o controvertidas, como dispensarios de marihuana, armerías y servicios de escolta. Según Andreessen, la administración Biden ha revivido y ampliado esta táctica para reprimir a los oponentes políticos, las nuevas empresas tecnológicas desfavorecidas y, más notablemente, la industria de la criptografía.
“La Operación Chokepoint 1.0 fue hace 15 años contra la marihuana y las armas. Chokepoint 2.0 va principalmente contra sus enemigos políticos y las nuevas empresas tecnológicas desfavorecidas”, dijo Andreessen. Argumentó que los fundadores de criptomonedas ahora enfrentan las mismas prácticas de exclusión: se les niega el acceso a servicios bancarios, procesadores de pagos e incluso seguros.
El impacto en el sector criptográfico es significativo. Sin acceso a la infraestructura financiera tradicional, las nuevas empresas de criptomonedas se ven obligadas a operar de manera fragmentada e ineficiente, lo que sofoca la innovación y conduce las empresas al extranjero.
Una amenaza para la innovación y el futuro de las criptomonedas
Los comentarios de Andreessen resaltan una tensión crítica entre el espíritu descentralizado de las criptomonedas y los sistemas financieros centralizados. Al desbancarizar a los fundadores de criptomonedas, la administración corre el riesgo de ahuyentar a los innovadores y acelerar la deslocalización de proyectos blockchain.
La exclusión sistémica de los criptoempresarios ha galvanizado el apoyo a las finanzas descentralizadas (DeFi) como alternativa a la banca tradicional. Irónicamente, estas políticas pueden alimentar el ecosistema que pretenden suprimir, a medida que las empresas de criptomonedas buscan cada vez más refugio en soluciones basadas en blockchain.
Para Andreessen, hay mucho en juego. “Esta es una de las razones por las que terminamos apoyando a Trump. Simplemente no podemos vivir en este mundo”, explicó, señalando una insatisfacción más amplia con el enfoque de la administración hacia la regulación de las criptomonedas y la tecnología.
A medida que se intensifica el debate sobre la inclusión financiera y la extralimitación regulatoria, la comunidad criptográfica probablemente buscará los sistemas descentralizados como un camino a seguir. Queda por ver si estas políticas sofocarán o fortalecerán la revolución criptográfica.