El cierre del gobierno de los Estados Unidos está entrando en su segunda semana, a partir del 4 de octubre. El Senado votó hoy para rechazar dos propuestas de presupuesto stopGAP presentadas por demócratas y republicanos, terminando efectivamente cualquier posibilidad de reabrir a las agencias federales.
El Congreso está en receso hasta el lunes, cuando se espera que el liderazgo forre una quinta votación sobre la propuesta pasada por la Cámara que financiaría al gobierno hasta el 21 de noviembre.
A medida que el estancamiento se profundiza, los efectos del cierre del gobierno también se están expandiendo. Según los informes, la Casa Blanca está aumentando la presión sobre los demócratas, preparándose para anunciar despidos inminentes para los trabajadores del sector público y congelando miles de millones de dólares en fondos para programas en estados controlados por democráticos.
Cientos de miles de empleados públicos fueron suspendidos y muchos servicios no críticos fueron suspendidos después de que los fondos federales se agotaron el miércoles por la mañana.
Sin embargo, la “Guerra Fría” entre el liderazgo del Congreso y la Casa Blanca continúa. Parece poco probable que las partes encuentren un camino para reabrir al gobierno a corto plazo solo a través de sus propias negociaciones.
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