A diferencia de los ETF, los SMA le otorgan la propiedad directa de sus activos, lo que permite una mayor personalización de la cartera para satisfacer sus objetivos específicos de necesidades de riesgo/rentabilidad. Es decir, su administrador de inversiones puede personalizar las SMA para cumplir con sus requisitos únicos: tolerancia al riesgo, horizonte de inversión, objetivos financieros y más. La propiedad directa también facilita estrategias de gestión tributaria más transparentes y sencillas, como la recolección de pérdidas fiscales. Por último, las SMA son independientes de la custodia, lo que permite a los inversores elegir entre una amplia variedad de custodios y lugares que van desde Anchorage, BitGo, Coinbase y Kraken.
