el juez en el Caso Tornado Cash emitió hoy un fallo oral, rechazando tanto la moción de la Defensa para exigir el descubrimiento como su moción para desestimar los cargos. Esto representa un enorme revés para la Defensa, y el razonamiento del juez puede no ser un buen augurio para los desarrolladores y proyectos en el futuro.
Moción para obligar
La moción de la Defensa para obligar al descubrimiento buscaba acceder a una amplia gama de comunicaciones gubernamentales, incluidos intercambios con autoridades extranjeras en virtud del Tratado de Asistencia Legal Mutua (MLAT) y con agencias nacionales como la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) y la Red de Ejecución de Delitos Financieros. (FinCEN). Citando la Regla Federal de Procedimiento Penal 16, la defensa argumentó que estos materiales eran esenciales para comprender el caso del gobierno y potencialmente podrían incluir pruebas exculpatorias. El juez, sin embargo, dejó claro que la Regla 16 impone un requisito estricto: la defensa debe demostrar que la información solicitada es importante para su caso, no simplemente especular sobre su posible utilidad.
El tribunal desestimó los argumentos de la defensa por considerarlos especulativos y señaló que las referencias a lo que la información “podría” o “podría” revelar no cumplen con el estándar necesario de materialidad. Por ejemplo, la Defensa argumentó que las comunicaciones del MLAT con el gobierno holandés podrían arrojar luz sobre las pruebas contra Tornado Cash o revelar las teorías de investigación del gobierno. El juez consideró que este razonamiento no era convincente y enfatizó que la materialidad no puede establecerse mediante conjeturas o afirmaciones vagas.
De manera similar, el tribunal rechazó la solicitud de la Defensa de todas las comunicaciones entre el gobierno, la OFAC y la FinCEN. Aunque la defensa afirmó que estos documentos eran necesarios para comprender las teorías del gobierno y los posibles testigos, el juez concluyó que la defensa no demostró cómo estas comunicaciones eran directamente relevantes para los cargos en cuestión. El tribunal reiteró que corresponde a la Defensa demostrar un vínculo específico entre los documentos solicitados y su estrategia de defensa, carga que no cumplieron.
Cuando la defensa sugirió una revisión a puerta cerrada (un examen privado por parte del juez de los documentos solicitados) para determinar su materialidad, el tribunal se negó. El juez argumentó que conceder tal solicitud basada en afirmaciones especulativas sentaría un precedente peligroso, obligando efectivamente a revisiones a puerta cerrada en todos los casos penales cuando un acusado especula sobre la relevancia de ciertos documentos. Esto, subrayó el juez, socavaría el propósito de la Regla 16 y transformaría el proceso de descubrimiento previo al juicio en una búsqueda desenfrenada de pruebas potencialmente útiles.
La Defensa también planteó preocupaciones en virtud de Brady contra Marylandargumentando que el gobierno podría estar reteniendo pruebas exculpatorias o impugnables. Si bien el tribunal reconoció las obligaciones del gobierno en virtud de Bradyno encontró ningún indicio de que se hubieran incumplido estas obligaciones. Sin pruebas concretas que sugirieran que el gobierno estaba ocultando información, el tribunal no vio ninguna razón para obligar a divulgaciones adicionales. El juez advirtió que si bien los argumentos de la defensa eran teóricamente posibles, carecían del respaldo fáctico necesario para justificar la intervención del tribunal. Sin embargo, dijo que si luego descubre que el gobierno ha “interpretado sus obligaciones de manera demasiado estricta”, habrá “consecuencias desafortunadas para su caso”.
Moción para desestimar
La moción de desestimación presentó un conjunto de cuestiones mucho más importantes. Un elemento central del argumento de la Defensa fue la definición de “transmisor de dinero” según la Ley de Secreto Bancario (BSA). La Defensa sostuvo que Tornado Cash no calificaba como transmisor de dinero porque no ejercía control sobre los fondos de los usuarios; simplemente facilitó el movimiento de criptomonedas. El tribunal, sin embargo, rechazó esta interpretación restrictiva. El juez aclaró que el alcance de la BSA no requiere el control de los fondos; El papel de Tornado Cash a la hora de facilitar, anonimizar y transferir criptomonedas fue suficiente para incluirlas en el ámbito del estatuto. El juez comparó a Tornado Cash con mezcladores de custodia, que se consideran negocios de transferencia de dinero.
Para complicar aún más el argumento de la defensa fue su dependencia de la Orientación FinCEN 2019que utiliza una prueba de cuatro factores para determinar si un proveedor de billetera es un transmisor de dinero. La Defensa afirmó que esta guía, que incluye un estándar de “control total independiente”, debería aplicarse a Tornado Cash. El tribunal no estuvo de acuerdo y afirmó que este estándar es específico para los proveedores de billeteras y no se extiende a mezcladores como Tornado Cash. En consecuencia, la falta de “control independiente total” de Tornado Cash sobre los fondos era irrelevante para su clasificación como transmisor de dinero.
Otro punto clave en el análisis del tribunal fue la distinción entre código expresivo y funcional según la Primera Enmienda. La Defensa argumentó que procesar a Storm por su participación en Tornado Cash equivalía a castigarlo por escribir código, que, según afirmaban, era un discurso protegido. El juez reconoció que si bien el código puede considerarse expresivo, el uso específico del código para facilitar actividades ilegales (como el lavado de dinero o la evasión de sanciones) queda fuera de los límites de la protección de la Primera Enmienda. El juez enfatizó que el tribunal debe centrarse en la conducta permitida por el código, no simplemente en el código en sí. Incluso bajo un escrutinio intermedio, que se aplica a restricciones de expresión neutrales en cuanto al contenido, el juez concluyó que los intereses del gobierno en prevenir el lavado de dinero y regular la transmisión de dinero sin licencia justificaban las restricciones impuestas por los estatutos pertinentes.
El tribunal también abordó las preocupaciones sobre la inmutabilidad de los contratos inteligentes de Tornado Cash, una cuestión planteada por ambas partes. El juez reconoció la existencia de una disputa de hecho, pero señaló que no era un factor decisivo en la moción actual. Sin embargo, la cuestión de la inmutabilidad puede desempeñar un papel en el juicio a la hora de determinar el alcance del control de Storm sobre el servicio y su responsabilidad por sus operaciones.
En sus observaciones finales, el juez subrayó que si bien el uso de un código para comunicar ideas puede estar protegido por la Primera Enmienda, el uso de ese código para facilitar actividades ilegales no lo está. Esta distinción es fundamental en el contexto de tecnologías emergentes como blockchain, donde la línea entre discurso y conducta puede ser borrosa. El fallo del tribunal sirve como recordatorio de que el sistema legal está preparado para responsabilizar a los participantes en la economía digital, incluso cuando lidia con las complejidades de aplicar principios legales tradicionales a tecnologías nuevas y en evolución.
La transcripción completa del fallo se publicará una vez que el taquígrafo judicial la haya preparado.
Esta es una publicación invitada de Colin Crossman. Las opiniones expresadas son enteramente propias y no reflejan necesariamente las de BTC Inc o Bitcoin Magazine.