El banco central de Brasil publicó el lunes 10 de noviembre reglas tan esperadas para activos virtuales que afectarán la forma en que se clasifican las monedas estables en un marco que extiende las leyes existentes contra el lavado de dinero, el terrorismo y la protección del consumidor del país a los proveedores de servicios de activos virtuales (VASP) y a los operadores de divisas (Forex).
Según el banco central, cualquier transacción que involucre activos virtuales vinculados a monedas fiduciarias se tratará como una operación de cambio de divisas.
La misma clasificación se aplicará a los pagos o transferencias internacionales realizados utilizando activos virtuales, incluidos los realizados a través de tarjetas u otros métodos de pago electrónico.
Se espera que las regulaciones entren en vigor en febrero de 2026. Es una de las primeras medidas importantes que ha tomado el banco central para regular los criptoactivos y las monedas estables desde 2022, cuando el país aprobó un marco legal para las criptomonedas, pero su implementación se basó en regulaciones complementarias que se esperaba que proporcionara el banco central.
El banco central introduce nuevas reglas
Las autoridades brasileñas han estado monitoreando el aumento en las transacciones de monedas estables, y el gobernador del banco central, Gabriel Galipolo, describió el aumento como “significativo y preocupante”.
A principios de este año, Galipolo dijo que alrededor del 90% del volumen de transacciones criptográficas de Brasil está vinculado a monedas estables, muchas de las cuales se utilizan para pagos o para eludir los sistemas financieros tradicionales que están más estrictamente regulados y gravados.
Los formuladores de políticas dicen que si bien las monedas estables son menos volátiles que las criptomonedas como Bitcoin, su mayor adopción ha creado puntos ciegos regulatorios.
El banco central dijo que quiere garantizar que estos activos ya no se utilicen como canales para transferencias ilícitas, evasión fiscal o lavado de dinero.
“Las nuevas reglas reducirán el alcance de las estafas, el fraude y el uso de mercados de activos virtuales para el lavado de dinero”, dijo Gilneu Vivan, director de regulación del banco central, en una conferencia de prensa en la que anunció las medidas.
Desafío de cumplimiento y alineación regulatoria
La clasificación de las monedas estables como operaciones de divisas significa que cada transacción ahora deberá cumplir con los mismos estándares de divulgación y cumplimiento que se aplican a las transacciones de divisas transfronterizas convencionales.
Este cambio podría aumentar los costos de cumplimiento para las empresas de criptomonedas que operan en Brasil, pero también proporciona alguna forma de legitimidad al sector, ya que aclara cómo los activos virtuales encajan en el marco financiero nacional.
El mes pasado, Roberto Campos Neto, el gobernador del banco central, compartió que deberían regular las monedas estables y las tokenizaciones de activos el próximo año, y este último despliegue regulatorio parece ser el primer paso en esa dirección.
Las jurisdicciones implementan regulaciones sobre monedas estables caso por caso
La medida del banco central posiciona a Brasil entre las primeras grandes economías en tratar las monedas estables como instrumentos de cambio de divisas, un paso que podría influir en la forma en que otras jurisdicciones abordan desafíos similares.
Varios países continúan regulando las monedas estables y tratándolas de acuerdo con sus propias realidades. La histórica Ley GENIUS de Estados Unidos aborda las reservas y los programas contra el lavado de dinero. La Unión Europea cuenta con el Reglamento de Mercados de Criptoactivos (MiCA); Hong Kong también lanzó su ordenanza sobre monedas estables en agosto.
Singapur y los Emiratos Árabes Unidos también cuentan con marcos y regulaciones para las monedas estables.
El mercado de las monedas estables está dominado principalmente por monedas vinculadas al dólar estadounidense, y el trato de Brasil a las monedas estables como divisas habla de este hecho. Muchas naciones están tratando de solucionar este problema emitiendo sus propias monedas electrónicas o monedas estables vinculadas a sus propias monedas locales.
