
Barclays espera un año más tibio para las criptomonedas en 2026, con una tendencia a la baja en los volúmenes de operaciones y un descenso en el entusiasmo de los inversores. En un amplio informe de fin de año publicado el viernes, el banco señaló un contexto difícil para los intercambios de activos digitales como Coinbase (COIN), citando catalizadores poco claros para la actividad renovada y un lento comienzo de los esfuerzos de adopción de tokens.
Los intercambios minoristas, que se beneficiaron del creciente interés comercial durante las corridas alcistas de las criptomonedas de años anteriores, ahora se enfrentan a un entorno más moderado. Los analistas de Barclays señalaron que el volumen de operaciones en los mercados al contado (impulsores de ingresos clave para empresas como Coinbase y Robinhood (HOOD)) se ha enfriado drásticamente. Sin una chispa clara que reavive la demanda, los volúmenes pueden permanecer reducidos.
“Volúmenes de comercio al contado de criptomonedas […] “Parece tener una tendencia hacia un año a la baja en el año fiscal 26, y no nos queda claro qué podría revertir esta tendencia”, escribieron los analistas.
Los criptomercados tienden a moverse en función de los grandes eventos: anuncios de políticas, lanzamientos de productos o cambios políticos. Barclays señaló estallidos de actividad pasados, como las entradas de fondos cotizados en bolsa (ETF) de bitcoin al contado de marzo de 2024 o la victoria presidencial pro-cripto en noviembre como impulsores clave de los picos a corto plazo. Pero en ausencia de tales acontecimientos, el banco considera que falta crecimiento estructural.
Un área que podría agitar el mercado es la regulación. Barclays destacó la Ley CLARITY pendiente, una legislación que ayudaría a definir la línea entre productos digitales y valores y aclarar qué agencia estadounidense (la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) o la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC), más pequeña), regula qué activos. Si bien no es un impulsor garantizado del mercado, el proyecto de ley podría aliviar la incertidumbre operativa tanto para las empresas de cifrado como para los inversores. Si se aprueba, podría abrir la puerta a lanzamientos de productos más claros, especialmente en activos tokenizados.
Coinbase sigue siendo un punto focal en el análisis de Barclays. Si bien la compañía se está expandiendo hacia el comercio de derivados y acciones tokenizadas, el banco ve obstáculos por la reducción de los volúmenes al contado y el aumento de los costos operativos.
“COIN tiene un número [of] iniciativas de crecimiento, así como adquisiciones recientes que podrían comenzar a tener más impacto”, afirma el informe. Sin embargo, los analistas revisaron su precio objetivo para la acción a la baja a 291 dólares, citando una perspectiva de ganancias más conservadora.
La tokenización continúa atrayendo la atención de las empresas financieras tradicionales y criptonativas. BlackRock (BLK), Robinhood (HOOD) y otros han estado probando productos en este espacio. Pero Barclays advierte que la tendencia se encuentra en una etapa inicial y es poco probable que afecte materialmente las ganancias en 2026.
Mientras tanto, el entorno político estadounidense se ha vuelto más favorable para los activos digitales tras las recientes elecciones. Sin embargo, Barclays considera que gran parte de este optimismo ya está descontado en el mercado. Cualquier movimiento legislativo, como la Ley CLARITY, tendría que pasar por el Senado y sobrevivir a posibles impugnaciones legales antes de tener algún impacto práctico.
En resumen, 2026 puede ser un año de transición para las criptomonedas. Con una actividad minorista en declive y sin vientos de cola inmediatos, las empresas se están centrando en apuestas a largo plazo como finanzas tokenizadas y actualizaciones de cumplimiento. Aún es incierto si esas inversiones darán frutos el próximo año o más adelante.
