La industria blockchain está al borde de una gran transformación, y 2025 será el año en que todo realmente comience a cambiar. Pero antes de llegar allí, es importante comprender qué ha estado frenando esta revolución tecnológica.
La Internet tradicional actual funciona porque su infraestructura es escalable y conecta a los usuarios sin esfuerzo, sin importar dónde se encuentren. El ecosistema descentralizado, por otro lado, todavía lucha con problemas derivados de una liquidez fragmentada y una experiencia de usuario torpe que impiden que la tecnología alcance su verdadero potencial.
Para que este nuevo paradigma se convierta verdaderamente en el “Internet del valor”, debe igualar la escalabilidad y las conexiones fluidas del Internet actual. ¿La buena noticia? Se vislumbran grandes avances en el horizonte. Innovaciones como las capas de agregación y la IA descentralizada están preparadas para resolver estos problemas y desbloquear el potencial real de la tecnología, haciéndola más eficiente, intuitiva y accesible para todos.
Dos cosas clave que necesita el ‘Internet del valor’
Para comprender por qué el año 2025 cambiará las reglas del juego, analicemos primero lo que hace que la infraestructura digital existente funcione: escalabilidad y conectividad perfecta. Cualquier usuario puede iniciar una aplicación o un sitio web en cualquier lugar y sin importar en qué parte del mundo se encuentre ese usuario: seguirá estando “en línea” sin necesidad de conectarse a ninguna red local específica. Esta conectividad y escalabilidad son las que hacen que nuestro mundo digital actual funcione tan fluidamente.
Sin embargo, al panorama descentralizado aún le queda un largo camino por recorrer. Para que Web3 se convierta verdaderamente en el “Internet del valor”, necesita las mismas dos cosas: escalabilidad infinita y liquidez unificada. Una vez que los logremos, muchas de las barreras actuales desaparecerán. Los desarrolladores podrán construir sus propias cadenas de bloques sin preocuparse por la liquidez o quedarse atrapados en ecosistemas aislados. Las aplicaciones financieras podrán acceder a enormes fondos de liquidez y los usuarios no tendrán que lidiar con activos puente. Los artistas podrán crear sus propias plataformas NFT y al mismo tiempo conectarse con comunidades más amplias.
Sin embargo, el mayor cambio será la experiencia del usuario. En este momento, navegar por Web3 es confuso: los puentes entre cadenas y las transferencias lentas son una molestia. Pero una vez que se realicen estos cambios, usar Web3 será tan fácil como usar Web2, donde todo fluye a la perfección.
La era de la agregación
Uno de los mayores avances que se producirá en 2025 es la tecnología de capa de agregación. Piense en ello como el TCP/IP de la infraestructura descentralizada, que actúa como el protocolo que conecta diferentes redes. Antes de TCP/IP, Internet estaba fragmentada y era complicada, y cada red necesitaba puertas de enlace personalizadas para comunicarse con la siguiente. Era lento, propenso a errores y complicado de usar. Con las capas de agregación, todo eso cambia. Para 2025, miles de cadenas de bloques estarán vinculadas, pero cada una mantendrá su independencia y al mismo tiempo compartirá liquidez sin problemas.
Las transacciones entre cadenas serán casi instantáneas y los usuarios ni siquiera tendrán que pensar en cómo funciona todo. Así como las personas no necesitan saber cómo funciona Internet cuando navegan por la web, tampoco tendrán que preocuparse por qué blockchain en particular están utilizando para realizar transacciones. Esto permitirá que las redes distribuidas se conecten y escalen infinitamente mientras se mantiene la liquidez unificada en todo el ecosistema.
La IA pasa de protocolos centralizados a protocolos abiertos
Otro gran cambio que se producirá en 2025 es el cambio en el desarrollo de la IA. En este momento, la IA está controlada por unas pocas grandes empresas tecnológicas, lo que limita el acceso y la innovación. En 2025, el panorama digital verá cómo la IA descentralizada se convertirá en una realidad, impulsada por protocolos que garanticen una compensación justa para quienes ayudan a desarrollar modelos de IA. Esto abrirá el desarrollo de la IA a la comunidad, creando marcos de código abierto más colaborativos.
Así como las capas de agregación conectarán cadenas de bloques, la IA descentralizada derribará los muros corporativos y permitirá que los agentes de IA trabajen juntos en todo el ecosistema. Este cambio se alinea con los valores fundamentales de Web3: propiedad compartida, transparencia y descentralización. Los usuarios tendrán más control sobre sus datos y el desarrollo de la IA se convertirá en un esfuerzo impulsado por la comunidad, libre del control monopolístico de las grandes tecnologías. La IA nativa de Blockchain también facilitará la automatización de transacciones complejas de DeFi, optimizará las tarifas del gas y administrará cuentas con múltiples firmas con menos esfuerzo.
El capital fluirá como la información.
DeFi todavía sufre de liquidez fragmentada, lo que dificulta el movimiento de activos entre diferentes cadenas. En este momento, si un usuario quiere utilizar activos de una cadena en otra, ese usuario tiene que lidiar con puentes y demoras, lo que hace que la experiencia esté lejos de ser perfecta. Pero con la liquidez unificada, eso cambiará. Imagine una situación en la que si un usuario tuviera 100 USDT en cualquier red del ecosistema descentralizado, eso equivaldría a tener 100 USDT en todo cadenas, accesibles instantáneamente sin necesidad de puentes.
Las transacciones entre cadenas se realizarán casi instantáneamente y los paquetes de transacciones atómicas permitirán a los usuarios procesar múltiples transacciones entre cadenas de una sola vez. Los protocolos DeFi podrán aprovechar la liquidez en todo el ecosistema, en lugar de solo dentro de sus propios grupos de redes. Estos cambios harán que DeFi sea mucho más eficiente y crearán una “Internet del valor” que funcione tan fluidamente como la “Internet de la información” actual. Junto con la IA descentralizada, DeFi finalmente cumplirá su promesa de libertad financiera para todos, sin la complejidad y exclusión que todavía afectan a las finanzas tradicionales.
El año que lo cambia todo
La combinación de agregación, IA descentralizada y protocolos DeFi integrados no se trata solo de nueva tecnología, sino que se centra en resolver los problemas centrales que han impedido que Web3 alcance su potencial en el mundo real. En 2025, los usuarios interactuarán con aplicaciones descentralizadas sin preocuparse por la compleja tecnología detrás de ellas. Los desarrolladores tendrán la libertad de desarrollar cualquier cadena mientras aprovechan la liquidez unificada, y la IA pasará a modelos impulsados por la comunidad. Como resultado, todo el ecosistema se volverá más intuitivo y accesible para los usuarios cotidianos, cerrando finalmente la brecha hacia la adopción generalizada.
Web3 escalará infinitamente y al mismo tiempo ofrecerá la experiencia fluida y conectada que esperan los usuarios de Internet de hoy. Ya se están sentando las bases: las primeras capas de agregación están activas, se están probando marcos de IA descentralizados y los protocolos DeFi están evolucionando para la componibilidad entre cadenas y la integración de IA. En conjunto, estos cambios redefinirán fundamentalmente lo que la tecnología descentralizada puede lograr.