Pakistán y El Salvador han formalizado las relaciones diplomáticas por primera vez, anclando la asociación sobre colaboración criptográfica y desarrollo de activos digitales, según un anuncio del 16 de julio.
El prensador siguió a una reunión en San Salvador entre Bilal bin Saqib, asistente especial del primer ministro de Pakistán en Crypto y Blockchain, y el presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
Saqib también dirige el Consejo Crypto de Pakistán, que ha jugado un papel clave en la configuración de la estrategia de activos digitales emergentes del país.
Según una declaración de la oficina ministerial de Pakistán, las dos naciones acordaron compartir experiencia y desarrollar cooperación en la política de blockchain.
Esto marca un paso significativo para Pakistán, ya que abarca la tecnología criptográfica a pesar de las limitaciones bajo su programa de préstamos con el Fondo Monetario Internacional.
El país del sur de Asia actualmente está operando bajo una instalación de FMI de $ 7 mil millones que se extiende hasta 2027. Mientras que el país busca seguir cumpliendo con sus obligaciones, el gobierno avanza simultáneamente una amplia agenda criptográfica.
Eso incluye reservar 2,000 megavatios de energía para la minería de Bitcoin, planificar una reserva nacional de bitcoin (BTC) y lanzar la Autoridad de Activos Digitales de Pakistán en mayo para supervisar la regulación criptográfica.
La visita de Saqib también se basa en una carta de intención firmada a principios de este año entre el Consejo Crypto de Pakistán y World Liberty Financial, una empresa vinculada a la familia Trump, con el objetivo de acelerar la adopción de blockchain en todo el país.
El Salvador, que adoptó Bitcoin como licitación legal en 2021, se ha convertido en un pionero mundial en la política de criptografía bajo el liderazgo de Bukele. Hasta la fecha, el país ha acumulado más de 6,000 bitcoins, y su tesoro criptográfico se estima en más de $ 700 millones.
A pesar del escrutinio internacional, particularmente del FMI, El Salvador ha seguido promoviendo los activos digitales como parte de su estrategia nacional, un enfoque que ahora parece estar influyendo en la política financiera en evolución de Pakistán.
La criptografía sigue siendo popular en Pakistán a pesar de la incertidumbre regulatoria. Las estimaciones sugieren que entre 20 millones a 40 millones de pakistanis tienen alguna forma de moneda digital o han interactuado con activos digitales para sus necesidades financieras.
A medida que el país se enfrenta a las crecientes presiones fiscales y busca nuevas vías para la innovación y el crecimiento, su asociación con El Salvador puede indicar un eje estratégico hacia un futuro económico impulsado por blockchain.