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Si bien la UE ha estado trabajando en la regulación de los activos digitales desde las primeras discusiones en 2020 y ahora lidera con el Reglamento de Mercados de Criptoactivos (MiCA), Estados Unidos ha evitado promulgar leyes criptográficas específicas durante años. En cambio, se basó en aplicar los estatutos existentes al espacio digital.
Resumen
- Tres proyectos de ley importantes marcan un cambio de política: la Ley CLARITY define categorías de tokens y transiciones del ciclo de vida; la Ley GENIUS regula la emisión de monedas estables; y la Ley Anti-CBDC busca prohibir una moneda digital del banco central de EE. UU.
- Enfoques entre Estados Unidos y la UE: el MiCA de la UE ofrece un marco unificado, mientras que Estados Unidos sigue fragmentado entre agencias, aunque la brecha se está reduciendo a medida que la SEC y otros reguladores comienzan a alinear políticas.
- El impulso está creciendo: con las aprobaciones de la SEC para los ETP de Bitcoin y Ethereum y el movimiento del Nasdaq hacia los valores tokenizados, EE. UU. está pasando de la evasión a la criptointegración activa, sentando las bases para una economía de activos digitales más madura.
Esto “hizo espacio” para que existiera el mundo de las criptomonedas, pero no fue fácil. La incertidumbre llevó a empresas e individuos a jurisdicciones más favorables a las criptomonedas. Bajo la administración de Biden, la presión regulatoria, comúnmente conocida como Operación Choke Point 2.0, incluso disuadió a los bancos de prestar servicios a la industria de activos digitales.
Este año, Estados Unidos aparece repentinamente en todas partes en las noticias sobre criptomonedas y aparece en los titulares. El presidente Donald Trump dejó en claro que las finanzas digitales se habían convertido en una prioridad federal. Después de esto, tres proyectos de ley clave llegaron al Congreso: la Ley CLARITY, la Ley GENIUS y la Ley Estatal de Vigilancia Anti-CBDC. Juntos, acercan a Estados Unidos a un marco criptográfico que podría parecerse al reconocimiento y categorización de los activos digitales por parte de la UE.
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El marco cambiante
La Ley CLARITY (propuesta) busca crear un marco federal para productos digitales bajo la supervisión conjunta de la SEC y la CFTC. Su innovación es el concepto sugerido de “activo de contrato de inversión”, lo que significa que un token inicialmente tratado como un valor puede pasar al estado de mercancía una vez descentralizado y maduro. Establece categorías como productos digitales, activos digitales que siguen siendo valores y monedas estables de pago permitidas, y reglas para la custodia, transacciones, AML y cooperación internacional.
La Ley GENIUS, promulgada en julio de 2025, impone licencias estrictas para los emisores de monedas estables, como el respaldo 1:1 con activos líquidos seguros, informes de reservas mensuales, cumplimiento ALD, ningún interés para los tenedores y derechos de reembolso si un emisor quiebra. MiCA tiene disposiciones similares para tokens de dinero electrónico y referenciados a activos, pero los aplica bajo una licencia única en toda la UE.
La Ley Anti-CBDC, que ya fue aprobada por la Cámara de Representantes de EE. UU. pero aún no es ley, adopta un rumbo diferente, con el objetivo de prohibir por completo cualquier moneda digital del banco central de EE. UU. Por el contrario, la UE está explorando activamente un euro digital bajo la supervisión del BCE.
Fragmentado pero en movimiento
Estados Unidos se centra ahora en tres puntos clave: categorías de activos, requisitos de reserva de monedas estables y protección del consumidor. Es imposible no comparar esto con el marco de la UE, que se reconoce como un sistema integrado, mientras que el enfoque propuesto por Estados Unidos sigue siendo fragmentado y impulsado por agencias. Para los emisores, la UE ofrece una ruta clara hacia el cumplimiento, mientras que EE.UU., incluso con este nuevo marco previsto, requeriría navegar por múltiples reguladores, aunque la brecha puede reducirse.
Dicho esto, si bien dos de las leyes siguen siendo propuestas y el marco parece fragmentado, las agencias ya están interviniendo para llenar los vacíos mediante la emisión de regulaciones específicas. La SEC ya ha tomado medidas: en julio, aprobó productos cotizados en bolsa de Bitcoin (BTC) y Ethereum (ETH) para operar con creaciones y reembolsos “en especie”, alineándolos con ETP basados en materias primas como el oro. El presidente de la SEC, Paul S. Atkins, lo calificó como un paso hacia un marco “adecuado al propósito”. Mientras tanto, Nasdaq ha pedido a la SEC que apruebe la negociación de valores tokenizados, con un etiquetado claro para que las cámaras de compensación y la Depository Trust Company puedan procesarlos como acciones convencionales. Si se adoptara, la tecnología blockchain pasaría de la periferia al centro de los mercados de valores.
El panorama general es claro: después de años de evitarlo, Estados Unidos ahora está construyendo una estructura regulatoria para los activos digitales. Todavía no está tan unificado como el de Europa, pero de repente está avanzando rápidamente. Para los líderes de la industria, esto es a la vez un desafío y una oportunidad: adaptarse a las reglas en evolución y al mismo tiempo dar forma a la posición de Estados Unidos en la economía digital global.
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Samantha Anguiano
Samantha Anguiano Es asesor jurídico sénior de Brickken y se especializa en protección de datos, cumplimiento y derecho comercial internacional. Tiene una Maestría en Derecho (LL.M.) en Derecho de la Información y Propiedad Intelectual de EE. UU. del Centro de Derecho de la Universidad de Houston y una Maestría en Derecho Blockchain de EBIS Business Techschool. Samantha se enfoca en cumplimiento regulatorio y asuntos legales transfronterizos, asesorando sobre la integración de tecnologías emergentes con los marcos legales aplicables.
