El presidente y CEO de BlackRock, Larry Fink, reconoció oficialmente en su carta anual de 2025 a los accionistas que Bitcoin puede desafiar el estado del dólar estadounidense como la moneda de reserva global.
La carta marcos explícitamente Bitcoin como una innovación disruptiva y un riesgo geopolítico en caso de que el gobierno de los Estados Unidos no logre frenar las deudas y los déficits. Fink escribió en la empresa Marzo de 2025 Carta,
“Si los Estados Unidos no tienen su deuda bajo control, si los déficits siguen globos, Estados Unidos corre el riesgo de perder esa posición a activos digitales como Bitcoin”, “.
El comentario marca un claro reconocimiento del jefe del gerente de activos más grande del mundo de que los activos digitales podrían representar una alternativa al dólar estadounidense en los mercados globales.
Fink mencionó Bitcoin por su nombre siete veces durante la carta mientras hace referencia al dólar ocho veces. La importancia de esta frecuencia paralela en la carta anual de Fink no puede ser exagerada.
Hace unos años, ¿quién hubiera pensado que Larry Fink pasaría tanto tiempo hablando de Bitcoin como el dólar estadounidense en una carta anual a los inversores?
Adopción de bitcoin vinculada al riesgo fiscal estructural
La carta de BlackRock describe una visión dividida de que, si bien Defi es elogiado como “una innovación extraordinaria”, la empresa advierte que su crecimiento podría socavar la primacía financiera de Estados Unidos.
El riesgo surge si los inversores comienzan a tratar bitcoin como una tienda de valor a largo plazo más estable que el dólar estadounidense, particularmente dados los déficits federales en curso y los niveles de deuda soberana.
Este enmarcado posiciona bitcoin como más que un activo especulativo o almacén de valor y como una cobertura macro contra la inestabilidad soberana. Las implicaciones paralelas a argumentos similares realizados en los últimos años por los inversores institucionales que tratan los activos digitales como seguros contra degradaciones monetarias o volatilidad geopolítica.
Como Fink enfatizó, “dos cosas pueden ser ciertas al mismo tiempo”, refiriéndose a la coexistencia de la innovación y el riesgo en el desarrollo de activos digitales.
Demanda récord de productos Bitcoin de BlackRock
El posicionamiento interno de BlackRock en Bitcoin no es puramente teórico. La carta reveló que su ETF de Bitcoin con sede en EE. UU. Se convirtió en el lanzamiento de productos más grande en la historia de la industria del ETF, alcanzando más de $ 50 mil millones en activos bajo administración dentro de su primer año. También ocupó el tercer lugar en entradas de activos netos en todas las categorías de ETF, solo detrás de los fondos de índice S&P 500.
La adopción minorista fue un impulsor clave, con más de la mitad de la demanda de Bitcoin ETP de la empresa proveniente de inversores individuales. En particular, las tres cuartas partes de esos participantes nunca antes habían tenido un producto de Ishares, lo que sugiere que Bitcoin está actuando como un mecanismo de incorporación para un nuevo grupo demográfico de inversores.
La firma también ha ampliado sus ofertas de ETP a Canadá y Europa, lo que indica un crecimiento transfronterizo en vehículos de inversión de bitcoin de grado institucional.
Tokenización posicionada como evolución de la infraestructura
Más allá de Bitcoin, la carta de Fink avanzó una tesis más amplia de que la tokenización podría transformar los mercados de capital de manera comparable al cambio de correo postal a correo electrónico. Dibujando una comparación con la red Swift, Fink argumentó que la infraestructura de activos tokenizados podría evitar los intermediarios financieros tradicionales al permitir el movimiento de activos instantáneo de igual a igual.
BlackRock ve la tokenización como un cambio fundamental en la propiedad de los activos, principalmente a través de la fraccionalización, los sistemas de votación mejorados y un mayor acceso a instrumentos de inversión de alto rendimiento.
Según la carta, estos desarrollos podrían democratizar los mercados de capitales al reducir las barreras operativas y legales que históricamente han limitado la participación de los inversores minoristas en ciertas clases de activos.
La empresa también enfatizó la necesidad de sistemas de identidad digital actualizados, citando el modelo de India como un punto de referencia. Según la carta, más del 90% de los indios pueden verificar de forma segura las transacciones de teléfonos inteligentes, posicionando al país como líder en la infraestructura digital necesaria para las economías tokenizadas.
Implicaciones para la política y mercados de activos digitales
La inclusión de Bitcoin como un reemplazo potencial para el dólar refleja un cambio material en la percepción institucional. Si bien el reconocimiento convencional de Bitcoin como “oro digital” ha crecido en los últimos años, el lenguaje de BlackRock apunta a una tesis económica más profunda, una en la que la falla de la política macroeconómica podría acelerar un eje de los sistemas monetarios descentralizados.
Al citar tanto la tokenización como el bitcoin dentro de la misma perspectiva estratégica, la carta presenta un marco donde los activos digitales son posibles alternativas sistémicas al Fiat.
Para los formuladores de políticas, el mensaje está implícito pero puntiagudo: Estados Unidos debe modernizar sus sistemas financieros y administrar su trayectoria de deuda para mantener el liderazgo monetario.
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