McKinsey cree que la tokenización de activos financieros ha avanzado hasta un punto de inflexión crítico, pero enfrenta obstáculos que obstaculizan su aceptación generalizada.
Según la firma:
“La digitalización de activos parece aún más inevitable ahora que la tecnología madura y demuestra beneficios económicos mensurables. A pesar de este impulso visible, la adopción generalizada de la tokenización aún está lejos”.
McKinsey dijo en un informe de investigación del 20 de junio que la tokenización ha progresado desde proyectos piloto hasta implementaciones a escala, y las primeras aplicaciones a gran escala ya realizan transacciones por billones de dólares mensuales.
Sin embargo, la adopción generalizada sigue siendo difícil de alcanzar debido a un problema de “arranque en frío” y otros obstáculos regulatorios, tecnológicos y operativos.
El problema del ‘arranque en frío’
Según el informe, los principales desafíos surgen de la liquidez y el volumen de transacciones limitados, que impiden el establecimiento de un mercado sólido. Los beneficios de la tokenización (como una mayor movilidad de las garantías, tiempos de liquidación más rápidos y una mayor transparencia) no pueden lograrse plenamente sin un compromiso sustancial de los emisores e inversores.
Añadió que el problema del arranque en frío presenta un escenario clásico del huevo y la gallina. Sin una masa crítica de activos tokenizados, los inversores potenciales siguen dudando debido a preocupaciones sobre la liquidez y la profundidad del mercado.
Al mismo tiempo, los emisores se muestran reacios a tokenizar más activos debido a la falta de demanda y actividad comercial suficientes. Superar este desafío requiere casos de uso que brinden beneficios claros y demostrables, como reducir costos, mejorar la eficiencia y brindar un mayor acceso al mercado.
Por ejemplo, los fondos del mercado monetario tokenizados han atraído más de mil millones de dólares en activos bajo gestión, lo que demuestra un éxito temprano. Sin embargo, el mercado en general necesita una participación más sustancial para lograr los efectos de red necesarios para una adopción generalizada.
El informe afirma que es crucial construir un ecosistema sólido donde tanto la oferta como la demanda crezcan a la par.
Olas de adopción
El informe de McKinsey proyectó que la capitalización de mercado total de los activos tokenizados podría alcanzar los 2 billones de dólares para 2030, impulsada por fondos mutuos, bonos, pagarés cotizados en bolsa (ETN), préstamos y titulizaciones. En un escenario optimista, este valor podría duplicarse hasta alcanzar los 4 billones de dólares.
Según el informe, se espera que la adopción se produzca en múltiples oleadas, comenzando con clases de activos que ofrezcan retornos de la inversión y escalabilidad comprobados. Añadió que ciertas clases de activos ya están experimentando una adopción significativa debido a las eficiencias y ganancias de valor que ofrece la tecnología blockchain.
Los fondos del mercado monetario tokenizados han atraído más de mil millones de dólares en activos bajo gestión, mientras que en el sector de préstamos, las plataformas habilitadas para blockchain como Figure Technologies han facilitado miles de millones en volúmenes de originación, lo que muestra el potencial para una mayor eficiencia y transparencia.
McKinsey dijo que el camino a seguir para la tokenización implica la colaboración entre las instituciones financieras y los actores de la infraestructura del mercado para establecer cadenas de valor mínimas viables. Las instituciones financieras deben evaluar sus conjuntos de productos e identificar qué activos se beneficiarían más de la tokenización, alineando las prioridades estratégicas con las oportunidades del mercado.
Además, los esfuerzos coordinados en todo el ecosistema financiero serán esenciales para aprovechar todos los beneficios de la tokenización y sentar las bases para un cambio transformador en la forma en que operan los servicios financieros.